Acrofobia: ¿qué es y cómo superarla?
Una de las fobias más comunes y antiguas de la humanidad es la acrofobia o el miedo a la altura. Afecta, al menos, a cinco de cada cien personas, las cuáles sienten una ansiedad irracional y extrema a situaciones que impliquen alturas elevadas como un balcón, el paisaje desde una montaña, viajar en avión o subir escaleras.
La palabra acrofobia proviene de las palabras griegas “akra” y “phobos” que significan altura y miedo. La palabra fobia se utiliza para denominar distintos tipos específicos de miedos como la claustrofobia (miedo a espacios cerrados) o la aracnofobia (miedo a las arañas).
¿Qué es la acrofobia?
Está relacionada con un instinto de supervivencia básico que intenta protegernos de caídas. Sin embargo, en la acrofobia el miedo a las alturas se descontrola y se convierte en un motivo de ansiedad infundada o exagerada.
Es un tipo de fobia específica, donde el miedo está dirigido a una situación en particular. En este caso, las alturas. Las personas afectadas sienten miedo a caerse y experimentan ansiedad exagerada hacia las alturas.
El miedo a las alturas puede generar malestar emocional y físico e intervenir en la vida diaria y la calidad de vida. Para evitar este malestar las personas afectadas suelen evitar situaciones relacionadas con alturas.
Diferencia entre la acrofobia y el vértigo
Aunque existen similitudes entre la acrofobia y el vértigo, estas se refieren a condiciones diferentes.
El vértigo se relaciona con problemas en el oído, donde se encuentra la regulación del equilibrio, o con problemas en las cervicales, lo que ocasiona una sensación de movimiento rotatorio alrededor de la persona, mareos y náuseas.
Una persona que sufre acrofobia, puede sentir vértigo como parte de los síntomas que experimenta al enfrentarse a una altura. Y por su parte, una persona que sufre vértigo, puede desarrollar acrofobia como consecuencia de los ataques de vértigo y el miedo a que se repitan.
Causas de la acrofobia
Cualquier persona puede sufrir esta fobia específica, aunque es más común en mujeres y en jóvenes entre los 18 y 35 años. Existen varias circunstancias que pueden ocasionar acrofobia:
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Experiencias vividas: eventos de la vida relacionados con las alturas que generaron una sensación de terror, especialmente durante la infancia, pueden predisponer a que aparezcan las mismas sensaciones en una situación similar. Estas experiencias pueden ser propias, observadas en otras personas e incluso que la persona las haya escuchado.
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Influencia familiar: existen varios estudios que apuntan a un componente hereditario en el desarrollo de la acrofobia, ya sea de origen biológico o de conducta, como cuando los niños aprenden ciertos comportamientos o los observan en otros miembros de su familia.
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Sesgos cognitivos: esta causa está relacionada con el carácter y el diálogo interno de cada persona. Es probable que centrar el pensamiento de manera intensa y obsesiva sobre el peligro que conllevan las alturas desencadene los síntomas de la acrofobia en personas susceptibles.
Los episodios de ansiedad por acrofobia pueden ocurrir en situaciones peligrosas, pero también cuando no hay peligro o incluso cuando la persona piensa sobre ello. Además, suele ocurrir sobre todo cuando la persona mira hacia abajo.
Es muy común que el origen de una fobia tenga varios motivos y esté influenciada por la predisposición de la persona a sufrir ansiedad.
Síntomas de la acrofobia
Las personas que tienen miedo a las alturas pueden tener síntomas emocionales o fisiológicos como:
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Preocupación
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Temor, pánico
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Inseguridad
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Aceleración del pulso, taquicardia
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Aumento de temperatura corporal o escalofríos
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Tensión de los músculos
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Malestar estomacal, náuseas y vómitos
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Temblor
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Mareo, vértigo
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Sudoración
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Ansiedad antes de estar en la situación
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Dolor en el pecho
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Dificultad para respirar
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Pensamientos negativo
Diagnóstico y tratamiento de la acrofobia
El diagnóstico se realiza cuando la persona ha sufrido de ansiedad y miedo persistente hacia las alturas durante al menos seis meses.
En general, se utilizan los criterios del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Asociación Estadounidense de Psiquiatría), que establece los siguientes criterios DSM-5 para las fobias específicas:
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Miedo intenso e irracional: el miedo es persistente y desproporcionado a la situación.
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Ansiedad anticipatoria: la persona afectada tiende a pensar o temer situaciones futuras relacionadas con la altura.
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Evitación: las personas evitan activamente enfrentarse a la altura.
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El miedo interfiere con la vida diaria: la fobia limita la calidad de vida de la persona.
Existen varias estrategias para mejorar la calidad de vida de las personas con acrofobia y que pueden ser de ayuda para enfrentarse a las alturas:
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Desensibilización sistemática: la persona afectada puede experimentar situaciones que le causan temor de una manera gradual, empezando con las situaciones que le causan menos temor, primero con visualizaciones y más adelante en situaciones reales, una vez que se ha superado la etapa anterior. Existen varios estudios que demuestran la eficacia de la realidad virtual para mejorar la acrofobia.
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Técnicas paradójicas: la persona se imagina la peor de las situaciones en un entorno seguro, para luego experimentarlo en la vida real, siempre bajo supervisión médica.
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Terapias cognitivas: ayudan a reevaluar las creencias que tiene la persona sobre las alturas para modificar sus emociones.
Según estudios recientes, existe una clara relación entre alzhéimer y azúcar. Reducir el azúcar de la dieta nos ayudará a prevenir enfermedades.
Tengo acrofobia, ¿qué puedo hacer?
Si sufres de acrofobia existen varias estrategias que puedes implementar. Recuerda que evitar las alturas puede resultar útil a corto plazo, pero para curar una fobia es necesario tomar medidas y recibir tratamiento, ya que las fobias pueden afectar tu calidad de vida.
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Infórmate: habla con tu médico, busca ayuda en asociaciones de pacientes, libros o recursos online sobre el tema.
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Psicoterapia: un psicólogo puede ayudarte a entender la naturaleza de tu problema y darte herramientas para enfrentar las alturas sin miedo.
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Técnicas de relajación: aprende a controlar la ansiedad y los nervios antes de enfrentarte a situaciones que te originen miedo.
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Dar pequeños pasos: enfréntate poco a poco a situaciones que implican una altura y te causan ansiedad.
Conclusiones
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La acrofobia es el miedo irracional y exagerado a la altura.
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Una persona afectada puede experimentar ansiedad extrema en situaciones de peligro, pero también en situaciones seguras o incluso cuando piensa sobre la altura.
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El miedo a la altura puede afectar la calidad de vida de las personas que lo sufren.
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Existen varias estrategias para mejorar la acrofobia, entre las que se encuentra la realidad virtual, la psicoterapia y la desensibilización paulatina y sistemática.
Los padres tienen una gran influencia en sus hijos. De hecho, son su modelo a seguir y, es por esa razón, que debemos adoptar y enseñar buenos hábitos.
Preguntas frecuentes sobre acrofobia
¿Cuáles son los signos de acrofobia en niños?
Los niños también pueden sufrir de fobias específicas como la acrofobia, aunque no es muy común. Los niños que tienen acrofobia o miedo a las alturas pueden sufrir tener “rabietas”, no querer separarse de sus padres o cuidadores y llorar cuando se enfrentan a alturas.
Tengo miedo a volar en avión, ¿es acrofobia?
Muchas personas que tienen acrofobia tienen miedo a volar en avión. Existen varios tipos de personas con temor a volar, algunas han experimentado un ataque de pánico en un avión y otras tienen miedo a que ocurra un accidente. Es un miedo irracional y exagerado a un evento que tiene muy pocas probabilidades de ocurrir.
En esta guía te damos una serie de recomendaciones para evitar accidentes comunes en el hogar con la corriente y los enchufes, productos de limpieza, medicamentos y pinturas, objetos peligrosos, quemaduras y peligros en el agua (piscinas, playa y bañeras)
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